Soy ortoréxica y acabo de enterarme…

«Te entra hambre a media mañana. Vas a la máquina del café y, de paso, sacas un bollo de chocolate. De pronto alguien clama con voz de profeta: “¡No le pongas azúcar! Es malísimo por la glicación» (un proceso químico debido al exceso de azúcar que lleva al envejecimiento prematuro). «¿Sacarina? «¡Peor aún! ¡Es veneno! Y el bollo ese es masa industrial, lleno de aditivos artificiales y químicos cancerígenos”. Acto seguido le hinca el diente a una manzana de agricultura ecológica y se va tan campante, convencido de ser el último baluarte de una dieta saludable. Aunque, tal vez, sea un caso de persona ortoréxica.
 “A veces, entre el esfuerzo por comer sano y la obsesión por los alimentos dista solo un paso. Desde el punto de vista médico hablamos de un tipo de trastorno obsesivo que lleva al extremo la idea de una alimentación sana. La persona que padece ortorexia desarrolla un control exhaustivo y cada vez más estricto de los compontes de los alimentos, procura ingerir solo comida orgánica, vegetal, no tratada con fertilizantes, sin conservantes, ni grasas saturadas”, señala Rubén Bravo, especialista en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).»

Esto que acabas de leer es el primer párrafo de un artículo de El País.

El artículo completo podéis leerlo en el enlace siguiente:

http://m.smoda.elpais.com/articulos/ortorexia-no-comeras-nada-que-sea-veneno/4688

En serio, lo que nos faltaba. 

Una enfermedad en la que el problema no es comer demasiado, ni comer demasiado poco, ni la falta de ningún nutriente… El problema es  querer comer demasiado sano. Señor, llévame pronto…

Sin ser psicóloga ni especialista en psicología, comparto la idea de que todos los extremos son nocivos y cualquier manía  (querer que todo esté perfectamente limpio siempre, caminar sin pisar las líneas de los adoquines, revisar 20 veces si has cerrado con llave o incluso algo unánimemente aceptado como SALUDABLE como es realizar actividad física) pasa a convertirse en obsesión (y por lo tanto en enfermedad) cuando no puedes disfrutar tu vida por su culpa.

Así que la línea que separa manía de obsesión es muy fina, y por eso creo que se debería tener mucho más cuidado al escribir artículos en un diario que leen miles de personas cuando se tocan temas como la salud, pero lo sé, soy una ilusa. 

Entiendo que si (como dicen en el segundo párrafo) «dedicas más de tres horas a organizar tu menú, buscas cualquier excusa para no comer fuera hasta el punto de minimizar tus relaciones sociales e, incluso, cuando cuentas cuántas veces mastica cada bocado», tienes una obsesión PERO preferir una manzana ecológica a un bollo industrial y un café con azúcar para mi es señal de cordura. Así que, tal vez, soy ortoréxica.

Intentar comer lo más sano posible debería ser el objetivo de todos y cada uno de nosotros.

Intentar que las personas que nos rodean coman lo más sano posible también.

Si a gente que me importa » les entra hambre a media mañana, van a la máquina del café y, de paso, sacan un bollo de chocolate», claro que les diré que no es lo que necesitan, y que es mejor que se lleven una manzana (ecológica o no), o que dejen de desayunar un desayuno cutre que les hace tener hambre a media mañana a pesar de vivir sentados. Pero esto igual  lo dice la ortoréxica que llevo dentro y no yo.

El siguiente paso es demonizar ciertos alimentos. Empieza la cruzada contra las carnes rojas, los azúcares simples, los lácteos con lactosa o las grasas saturadas. O, más recientemente, el gluten.
 “Si no se es celíaco o intolerante no hay por qué eliminarlo de la dieta. El gluten es una de las principales proteínas del trigo. Aporta vitaminas del grupo B y minerales como el hierro, calcio o zinc, entre otros nutrientes, (😱) por lo que no hay motivo alguno para eliminarlo de una dieta equilibrada”, apunta la doctora Cristina Bouza, médico especialista en Nutrición en la Clínica Instimed.

Sólo os voy a dar dos detalles y vosotras (que sois muy listas) los interpretáis:

1. La clínica Instimed es un centro de Medicina estética.

2. La harina de trigo es super rica en nutrientes, como podéis ver en la siguiente tabla (modoironíaon#):

  
En cambio un alimento tan nocivo como la carne roja ( sigo en modoironiaon#):

  
Y no he puesto otro tipo de carne como por ejemplo hígado, porque entonces la comparación es demasiado ridícula.

Por si no os apetece interpretar, ya interpreto yo. 

¿A qué negocios les puede interesar que sigamos con la tontería del «come un poco de todo y no te obsesiones que después ya te arreglo yo por un módico precio»?

1. Centros de medicina estética, porque la palabra medicina convierte todo en creíble para la mayoría de personas.

2. Farmacias, vendiendo productos adelgazantes varios, porque claro, si te manda un médico a esos sitios deben ser de fiar…

 

La obsesión por sumar y restar calorías lleva a conductas peligrosas para la salud.

(Y añado yo (Andrea) y no tiene NINGÚN SENTIDO.)

Una ramificación de la ortorexia es la alcohorexia (o drunkorexia, en inglés).

(¿Cómo es posible que la DRUNKOREXIA sea una ramificación de «querer comer demasiado sano»???? ESTAMOS LOCOS??? Será una ramificación de la ANOREXIA, no? 

Es compensar el exceso de calorías consumidas con el alcohol reduciendo la ingesta calórica del resto de comidas. Este desorden lo sufren, sobre todo, mujeres jóvenes, entre 15 y 30 años”, advierte Bravo.

 “Es un trastorno alimenticio grave que muchas veces termina en un doble deterioro del organismo provocado por la suma del alcoholismo y la desnutrición. Suele ir acompañado de bulimia y las consecuencias son pérdida de concentración, anemia, daño en órganos vitales y un alto riesgo de muerte». Esta moda por matarse de hambre para lanzarse en plancha a hacer botellón no es solo una locura de colegios mayores americanos. Ya se da en España. “En el IMEO atendemos en consulta un 8% más de pacientes debido a este desorden”, asegura Bravo.

Ante la más mínima evidencia los expertos
(cada vez que leo «los expertos» veo esto: $$$$$$$$) 
recomiendan un abordaje multidisciplinar con psicoterapia, control nutricional, terapia por biorresonancia para equilibrar el funcionamiento emocional y pauta farmacológica con antidepresivos, ansiolíticos o anoréxicos.

( aquí no sé si hablan de la ortorexia o la DRUNKOREXIA, pero el tratamiento da miedo absoluto)

 Para el resto: dieta mediterránea y disfrutar de la vida sin obsesionarse por una caloría de más.

Pues nada, ahí sigue la prensa, mezclando churras con merinas e intentando convencer al personal de que «un poco de todo» es la clave para estar sano (si engordas es tu culpa por no saber controlar el «poco») y dicen además que un 28% de la población tenemos ortorexia (si, me incluyo porque de 100 me cuesta elegir 27 más que se lean las etiquetas de lo que comen, y ese debe ser el primer paso, no¿?).

Porque en la sociedad actual, NADIE (salvo una minoría preocupada, tal vez ortoréxicos) se escandaliza de que un niño lleve cada día un zumo industrial y un paquete de galletas para merendar al colegio (aunque el niño en cuestión tenga sobrepeso) pero sí hay gente que se escandaliza si los padres prohiben al niño bebidas azucaradas entre semana, («¡sólo es un niño! ORTORÉXICA! Le vas a crear un trauma!» 

 » Y tu a tu niño diabetes y obesidad y no te digo nada…»)

 Sinceramente, me cuesta creer lo del 28% con esa enfermedad, y me sigue costando separar la fina línea entre enfermedad e ideal, pero yo personalmente me siento muy a gusto evitando todo lo que considero nocivo (en la mayor parte de las ocasiones) y tomándolo de vez en cuando sin sentimientos de culpa ni traumas de ningún tipo, pero sí sabiendo que se trata de excepciones.

Creo que con los índices de obesidad y diabetes que manejamos (e infantil ya no digamos) lo ultimo que tendría que ocupar la cabeza de alguien que escribe sobre salud en El Pais es la ortorexia, pero claro, yo no gano dinero vendiendo alimentos procesados, yogures con azúcar para bebés, ni operaciones de cirugía estética, así que yo no soy experta en nada…

Espero que hayáis disfrutado leyendo esto tanto como yo disfruto comiendo un saludable jamón serrano con toda su grasa saturada derritiéndose por el calor de Singapur 😍😍😍

¡Gracias!

http://www.consumer.es/web/es/salud/prevencion/2010/03/15/191704.php