La adorada (y también odiada) copa menstrual

Hace tiempo que quería hablar sobre la copa menstrual porque desde hace unos años (ya no recuerdo cuantos) gracias a mi queridísima Maria José (también conocida como «la mejor vendedora de la historia») soy lo que en WeLoverSize denominarían «una loca de la copa menstrual».

Este blog es mi plataforma para compartir «lo que descubro y me parece interesante» o «lo que descubro y me facilita la vida». Este artículo cae en el segundo cajón.

Podéis leer el artículo de WeLoverSize aquí y reíros de mi todo lo que queráis (Las locas de la copa menstrual), y para las que no tengáis tiempo os dejo el comienzo:

«Resulta que hay una nueva secta mundial. Es una secta de esas jodidas, de las que te atrapan y no se conforman con quedarse contigo, no, quieren que reclutes. Puedes encontrar miembros en cualquier parte, hasta tu mejor amiga puede ser uno de ellos. Algo tan banal como comprar una bolsa de pistachos, puede ser el desencadenante.

Pepita: No sé si comprar pistachos o mazorcas.

Lucrecia: Te entiendo. ¿Pero has probado la copa menstrual

Bueno, pues yo soy peor que Lucrecia. Creo que he recomendado la copa menstrual a TODAS las mujeres que conozco.

Me parece taaaaaaaaaaaaaaan genial, que me cuesta comprender a la gente que no la ha probado todavía. En el fondo siempre creo que es porque desconocen su existencia o porque no conocen TODAS sus ventajas 🙂

El caso es que sí, pertenezco a la temida secta, así que paso a cumplir mi cometido en esta vida. Convenceros de las maravillas de la copa menstrual (BUA JA JA)

En mi caso, además de las habilidades de venta de Maria José (INDISCUTIBLES) , mi preocupación por el medio ambiente, junto con mi odio por productos con publicidades ESTÚPIDAS (y los anuncios de compresas y tampones se llevan el premio) hicieron que me decidiese a probarla.

Una de las ventajas objetivas es el ahorro (económico y medioambiental) ya que la copa cuesta unos 30€ y puede durar hasta 10 años. No hará falta que os recuerde el timo que suponen tampones y compresas, ni la cantidad de residuos que se generan en su creación…

Pero además de las ventajas que ya conocía, con su uso he descubierto otras que no esperaba:

Descubrimiento maravilloso número 1:

Los tampones y las compresas mienten. Parece que hay muchísima sangre, ¿no? MENTIRA

En cuanto la recoges en una copa compruebas que es mucho menos de lo que parecía. Cambiarse cada 10 horas suele ser suficiente.

Imagina que te invitan a pasar un día a una playa paradisíaca (y como es paradisíaca no hay un baño asqueroso portátil en ella) y tienes la regla.

Con la copa todo es alegría y felicidad. Te gusta ser mujer 😀

 

Una buena copa menstrual está hecha de silicona médica, y este material es muy respetuoso con tu medio interno, por lo que no te resecará ni dañará y como he dicho, hará que puedas tenerla tranquilamente colocada ¡10 horas!

Prueba a dejarte un tampón 10 horas seguidas: Asbesto, Dioxina o Rayón (qué bonitos nombres…y añade la posibilidad de sufrir el Síndrome de Shock Tóxico SST)

 

Descubrimiento maravilloso número 2:

Si tienes una menstruación bien educada, de esas que avisan antes de llegar, puedes colocarte la copa y esperar tranquilamente a que la sangre llegue.

Sin problemas de ropa demasiado clara, traumas varios de ropa interior, ni estrés de «y si me baja cuando…» Nada de eso.

La copa (si aciertas con su tamaño y cuando aprender a colocarla) es comodísima, y no te importará llevarla puesta un día antes.

 

Decubrimiento maravilloso número 3:

Este descubrimiento parte de una desventaja de la copa. Es más difícil de colocar y sobre todo de extraer que un tampón.

Pero esta desventaja le da, a mi parecer, una ventaja (recordad que soy una «loca de la copa menstrual»):

La copa te obliga a conocer mejor tu cuerpo.

Al principio la colocación y la extracción son un pequeño trauma, pero una vez superado, he llegado a una reflexión:  los tampones y las compresas (sus fabricantes) convierten la regla en algo «asqueroso».

No hay más que ver los anuncios, en los que las chicas se pasan los tampones como si fuera droga. Bien escondidos. QUE NADIE SEPA QUE LA TIENES.

Con el aplicador no tocas absolutamente nada de tu «asquerosa» sangre.

Eso sí, a cambio, tienes en contacto con tu cuerpo durante una media de 5 días productos que no sabes pronunciar.

Ojo, que no digo que tengamos que bebernos la sangre o fabricar yogures con el flujo vaginal para ser supernaturalesdelamuerte, pero sí que creo que aceptar que durante la regla sangramos y que esa sangre no es tóxica y mortal ni más asquerosa que otros fluidos corporales es positivo para nuestra relación mental con la regla.

Por si os he medio convencido pero necesitáis más información, éste es el mejor artículo que he encontrado (bastante más objetivas que yo):

Copa menstrual: Opinión y experiencia (una completa guía para ayudarte a elegir)

Y si os apetece reíros, aquí está la genial SuperWoman con su representación de Si la regla fuera una persona.

 

Espero que os guste y que me digáis si he conseguido unir a alguien más a mi secta 🙂

¡Saludos y gracias por leerme!

 

 

 

 

 

 

 

¿Zoo o Museo de la ciencia con una exposición especial sobre el cuerpo humano?

Qué dilema… 

Seguramente querríais ir a ver las dos cosas peeeeero al saber el precio perderíais interés (os recuerdo que Singapur «no es país para pobres»)

Y si la pregunta fuese esta otra:

 ¿Dónde crees que podrías aprender más sobre tú salud?

Entonces apostaría a que todos creéis que lógicamente, se aprenderá más de salud humana en el museo, ¿no?

MEEEEC!!! ERROR!!! 

Lo prometo. Al menos en Singapur. 

Estas que veréis a continuación son las recomendaciones nutricionales que encontramos en el museo:

 

Nos dicen los «expertos» que si ingerimos grasas saturadas como carne, mantequilla, o leche entera, vamos a aumentar nuestro colesterol, y claro, este colesterol va a taponar las arterias y vamos a aumentar el riesgo de sufrir un ataque al corazón o tener un derrame cerebral VAMOS A MORIR!

Parecen de DANONE estos del museo.Dando miedo, con historias fáciles de entender, pero ¿Se pueden demostrar?

Porque si esto es verdad, ¿Cómo se explica entonces la Paradoja francesa que tan bien conoce Anne-Gaëlle?

¿Y la Paradoja Inuit de la que os he hablado en un post anterior?

Mucha paradoja me parece a mí… 

¿Y tanta «paradoja» no significará que la teoría no es real? 

Uno de los experimentos que «demuestra» que las grasas saturadas son el demonio, consistió en probar que ATENCIÓN, se formaban depósitos grasos en las arterias de CONEJOS cuando eran alimentados con grasa saturada y colesterol. 

Conclusión de los expertos: Si los conejos desarrollan colesterol por las grasas saturadas, qué no desarrollarán los humanos…

Y con los conejos nos vamos hasta el Zoo de Singapur. 

(Que antes de entrar en materia, hay que aclarar que todos los animales han nacido ya en Singapur porque el amor que tienen por posar no es animal. O si, pero animal adolescente MHYV)

El caso es que en este zoo, hay carteles por todas partes dónde explican por qué le dan de comer a cada animal lo que le dan.

En los animales muy «monos» (y en esta categoría incluyo a todos los animales a los que dan ganas de abrazar) insisten mucho en que no se les de comida porque OJO, «no están adaptados a nuestra alimentación».

¿Y no le pasaría eso a los pobres conejos con arterias taponadas?

 ¿No será que un animal herbívoro, no lleva nada bien que le den grasas saturadas? 

Y aún más, ¿No pasará eso con nosotros? ¿ No estaremos gordos por estar comiendo una dieta a la que no estamos adaptados?

¿Cuánto tiempo hace que existen las Oreo? ¿y el Colacao? 

¿Cuántas cosas que vienen en un paquete comemos a lo largo del día?

¿No será que como omnívoros que somos estamos adaptados a comer cualquier tipo de COMIDA, pero solo si es COMIDA de verdad, sin endulzantes, potenciadores de sabor, ni azúcar a punta pala?

Yo afirmo sin duda alguna: en mi infancia no había perros gordos.

 Es más, si le digo a mi abuela que conozco a gente que le da a sus perros «pienso de dieta» (pagando 50€ por bolsa porque su veterinario ha dicho que el perro tiene sobrepeso) le da un ataque de risa infinito y no la recuperamos. 

O si le digo que los veterinarios no recomiendan dar restos de carne a los perros porque se pueden clavar un hueso…

¿Se llevan los veterinarios comisión por esos piensos que también vienen en bolsas y les da igual que los perros y los gatos sean obesos? 

¿O será que los perros ya no se mueven como antes porque las nuevas tecnologías les han convertido en seres vagos? Tanta tele…

La conclusión está clara. Somos animales. 

Algo falla si después de tanto evolucionar no somos capaces de controlar la ingesta de alimentos. Yo nunca he visto un animal en su hábitat natural con obesidad y no creo yo que los animales libres calculen su tasa metabólica basal, su ingesta calórica y su nivel de actividad física. 

No conscientemente. Pero alguien lo hace por ellos, y debería hacer lo mismo por nosotros.

Porque es importante para la supervivencia, y si no lo creéis, echad un vistazo a este video que me parece una reflexión muy graciosa:

¿Qué pasaría si todos los animales fuesen gordos?