Estoicismo light

Lo sé.

Ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que escribí. Como excusas puedo decir que estoy trabajando mucho y que he conocido Bangkok y dos islas de Indonesia.

También (supongo) necesito encontrar algo que me parezca interesante compartir antes de decidirme a exponerme públicamente y creo que lo he encontrado.

Y lo más interesante que he descubierto y con lo que me gustaría empezar nuevamente a escribir  (aún a riesgo de que no me volváis a leer nunca más) tiene que ver con la FILOSOFÍA.

Imaginar vuestras caras me hace sonreir. Tranquilas, no es de Platón y la caverna, ni de nada que tenga que ver con la historia de la filosofía.

Últimamente no he parado de encontrarme referencias (en libros, blogs, documentales) a los Estoicos. Conocía ligeramente la teoría, pero el descubrimiento es el de la práctica.

Y automáticamente me he preguntado cómo es posible que no conociese algunos de los libros que he empezado. Primero he culpado a mi horrible profesor de filosofía, y después a los listos que deciden los contenidos de la asignatura en bachillerato.

No me puedo creer que hace más de 2000 años los más inteligentes de la época se dedicasen a investigar cómo deberíamos vivir para ser más felices (llegando además a conclusiones más que interesantes) y yo me haya planteado hacer esto mismo empezando desde 0…

Y entonces he empezado a pensar que tiene muy poco sentido que nadie nos enseñe a vivir una vida PLENA (que no LLENA 🙂 ) y como soy muy malpensada, he llegado a la conclusión de que en verdad sí que tiene mucho sentido.

Interesa que seamos cómodos y vagos, enfermos, y que nos creamos que comprar COSAS nos va a hacer muy felices.

Y ahora a lo mejor pensáis que he empezado a fumar marihuana, o que eso lo dice continuamente todo el mundo pero a la primera de cambio se compran un Ferrari…

Primero os cuento mi experiencia, y después la lección del día.

Como ya sabréis, vivo en Singapur.

No todo el mundo (que generalizar es muy malo) pero veo continuamente a gente triste. Al menos, gente con cara triste y si tuviese que poner nota a su amabilidad, de 1 a 10 la mayoría no llegarían al 5. Y muchos de ellos tienen MUCHO DINERO. Y casas geniales, y coches mejores, y sus hijos van a colegios INCREIBLES.

Parte de mis vacaciones las pasé en la isla de Flores. La mayoría de las casas son de bambú, no hay cisternas en los baños (un cubo con agua las sustituye), casi nadie tiene coches (y aunque tuvieran, no podrían circular por muchas de sus «carreteras») y tienen muchas dificultades para escolarizar a todos los niños que hay. Tampoco profundicé mucho con ellos, pero son felices. Sonríen. Saludan a todo el mundo. Son amables (y no por dinero, como en Vietnam o Bangkok).

Pues como es lógico, esto me ha hecho replantearme muchas cosas, y leer e investigar aún con más ganas, así que os dejo lo más interesante que he encontrado hasta el momento, y espero despertar a más futuras estoicas (si no lo sois ya) con este texto adornado con comentarios que lo harán más entretenido (espero) y que os harán ver mi interpretación:

» Evitad cuanto complace al vulgo (se refiere aquí Séneca a Gran hermano y HMYV, por ejemplo, pero también a Ferraris y casas que salen el HOLA) cuanto el azar nos procura. Manteneos desconfiados y recelosos de todo bien fortuito: Tanto una fiera como un pez son engañados por el cebo que les atrae. ¿Consideráis esto regalos de la fortuna? Son emboscadas. Cualquiera de vosotros que desee pasar la vida en paz debe evitar en la medida de lo posible estos beneficios pegajosos que lastimosamente nos engañan también en esto: Creemos poseerlos y quedamos sujetos a ellos.

(…)

Mantened, por tanto, esta provechosa y sana forma de vida: que concedáis al cuerpo cuanto es suficiente para la buena salud. Se le ha de tratar con bastante dureza para que no se someta al espíritu con rebeldía: QUE EL ALIMENTO CALME EL HAMBRE (comer por aburrimiento o porque «toca» hacer 5 comidas al día no es saludable y solo interesa a quien vende), QUE LA BEBIDA APAGUE LA SED (Aquí Séneca quiere decir que debemos beber AGUA. Todos sabemos que la Cacacola no quita la sed. Más bien la incrementa, y la diabetes también…) que el vestido aleje el frio (Séneca no vivía en Singapur, eso está claro. Pero creo que se refería a que no hace falta que nuestra ropa sea CARISIMA HERRERA) que la casa sea defensa contra las inclemencias del tiempo. Nada importa que sea el cesped o el mármol jaspeado de algún país extranjero lo que la haya erigido. Sabed que al hombre lo protege igualmente la paja que el oro. Despreciad todo aquello que un esfuerzo inútil pone como adorno y decoración. Pensad que NADA, EXCEPTO EL ALMA, ES DIGNO DE ADMIRACIÓN, para la cual, si es grande, nada hay que sea grande».

Fragmento extraído de: 

«Cartas de Séneca a Lucio (En su retiro el sabio es útil a la comunidad)»


Espero que os haya gustado, y que compartáis vuestras interpretaciones o comentarios. Que no lo he dicho pero ese es el motivo principal del abandono del blog. Algunos (no muchos) me leéis, pero yo quiero conoceros mejor y aprender de vosotros.

Saludos de Singapur, amables y felices 🙂

2 comentarios en “Estoicismo light

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